martes, 25 de marzo de 2014

Haters

Qué equivocada estaba... Resulta que estaba siendo comedida en mi blog, procurando no herir sensibilidades y manejando esa frágil pompa de jabón que es lo políticamente correcto, cuando en realidad los lectores más fieles son aquellos que esperan con ansia cada una de tus palabras para seguir forjando su odio eterno. No hay mayor bendición para tu orgullo y vanidad que el haber sido maldecido en el ciberespacio (soy consciente de mis límites, no voy a eclipsar la carrera de gente que se lo curra día a día, pero no me quedo tranquila si no lo intento). Hoy quiero llegar a esos miles de lectores que no me leen porque soy una tía conciliadora.

Por eso hoy quiero dedicar este post a la gente que huele fatal, a los que dicen que Neruda es su poeta favorito, a los testigos de Jehová que tocan casi a diario en mi puerta, a los sindicalistas con una cuenta en Suiza, a los que ya no dicen panadería sino boutique del pan, a la gente que dice que el bachillerato de letras es "el fácil", a Francisco Marhuenda por ser como es, a la gente frustrada que odia que los demás tengan iniciativa propia, a los fabricantes de queso, a los que comienzan las frases con un "no me gusta generalizar pero...", a la gente que le pone una -s final a la segunda persona singular del pretérito perfecto simple, a la gente que pregunta por qué no tienes novio, a los que desprecian cuanto ignoran, a los que roban versos a Machado sin citarlo, a los que dicen que no ven cine español porque solo habla de la guerra, a los que ya saben usar el SPSS porque de ellos será el reino de los cielos, a la misoginia que desprenden tantas religiones, a la gente que tiene un problema para cada solución, a los compañeros de clase que le preguntan al compañero y al final ninguno de los dos escucha al profe, a los que critican a los vegetarianos porque nada sustituye a la proteína de la carne y luego solo comen basura, a los cobardes, a los imbéciles que se sienten orgullosos de serlo, a los que no devuelven los libros prestados, a los que ocupan los aparcamientos de minusválidos, a los que le parece mal que el diccionario contenga las palabras toballa y setiembre, a los ricos que despilfarran el dinero en horteradas, a los antidisturbios que crean disturbios, a los que van de artistas y no entienden de nada, a los taxistas que te llevan por el camino largo, a los amigos traidores y egoístas, a los que siguen diciendo que las mayúsculas no se acentúan y a los que hacen chistes con el 23F.

A todos ellos, mis nuevos haters, sean bien recibidos.

2 comentarios:

  1. Como bien dijisteS en lo que escribisteS, me sumo a tu odio por lo del pretérito perfecto simple. Por lo demás, no pienso leerte más, me influyes demasiado. Es lo mejor que te puedo decir.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya sabía yo que con la tontería iba a perder lectores..

      Eliminar